AJEDREZ EN SAN JUAN

Un día cualquiera, en el Cáceres de Aquellos Tiempos, cuando el articulista ejercía de bachiller y acompañaba a don Valeriano, su progenitor, por el centro de la ciudad, nos topamos con una personalidad de relieve como la de don Carlos Callejo Serrano. El bachiller tira de la memoria y recupera la secuencia. El artículo AJEDREZ EN SAN JUAN aparece publicado hoy, 17 de enero, en el periódico regional HOY.

El bachiller, con cortos años, transitaba por el paisaje urbano y humano de la pequeña capital de provincia dejándose llevar con sus amigos, sin alcanzar a saborear apenas la esencia que esparcen los mayores.

— ¡Quiá…! –se dice uno–. Lo de siempre.

Por la Plazuela de San Juan, con el sol jugueteando sobre los contertulios, dos humanistas pegaban la hebra sin prisa alguna, mientras el bachiller tenía la mente a pájaros.

Uno de ellos, al vuelo, expuso:

— ¡Pues a mi hijo le ha dado ahora por el ajedrez…!

El otro humanista, con el adolescente sonrojado, espetó:

— ¡Hombre, un colega…! ¡Ya echaremos una partidilla uno de estos días…!

El maestro estrechó la mano al chicuelo con manifiesta cordialidad, le preguntó por los estudios, ante lo que el alumno salió como pudo, porque tenía al vigilante al lado, y se interesó por el mate pastor.

El bachiller, preñado de timidez, respondió afirmativamente, mientras el maestro, bonachonamente, volvió a la carga:

— ¡A ver, amigo! ¿En cuántas jugadas se da un jaque mate pastor?

El jovenzuelo se aturulló. Su contrincante añadió:

— Empecemos la partida. Yo salgo con peón dos, caballo, rey… Ahora le toca a usted…

Embargado por la secuencia, el articulista miraba al cielo pensando la jugada. Y recordando que días atrás don Eugenio Matas al formularle una pregunta de Latín, en una clase del Isti, apreciando que el alumno movía los labios, le apuntó que más estudiar y menos murmurar…

El primero de los humanistas lanzó un bote salvavidas señalando a su hijo que estaba frente al autor del libro “El ajedrez romántico” y explicó:

— ¡Tienes que aprender y mucho de don Carlos, un eminencia…!

Don Carlos recalcó:

— ¡Aprende de tu padre, y ya continuaremos con el ajedrez…!

Carlos Callejo y Valeriano Gutiérrez, entrecruzaron la mirada, honda y profunda, de esa riqueza de los humanistas de ayer y de hoy, que transitan por el sabor de la ciudad.

 

 

 

2 comentarios

  1. Agustin Santana

    Querido amigo, desde Canarias, como entusiasta seguidor de Extremadura, quiero y debo felicitarte y agradecerte tu magnifico rincon de belleza y emociones de esa extraordinaria tierra. Los extremeños, y en particular los cacereños, estaran gozando de tus opiniones y tus relatos que actualizan la filosofia, el arte y toda la vida pasada y presente.

    • Muchas gracias, querido Agustín, por tu emocionante comentario y que te agradezco con la pasión cacereñista que, como bien sabes, llevo tan dentro de mí… La verdad, aquí, entre amigos, es que tengo un compromiso de honor por aportar mi pequeño granito de arena para tratar de hacer desde este Blog, cada día, Más y Mejor Cáceres, Más y Mejor Extremadura, tratando de recuperar y de revitalizar Aquellos Tiempos, y sacar –para conocimiento de todos– Semblanzas, Tipos Populares, Gentes Ilustres, Personajes, Historias Populares de las Calles con su Vecindario, Curiosidades, Emociones, que quedan en las raíces, que pasan a la Historia y que no debieran de quedar –ni caer– en el olvido. Comentarios como el tuyo imprimen una fuerza moral para continuar en el empeño. Lo que te agradezco doblemente. Un fuerte abrazo.

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